Sevilla es una de las ciudades más importantes en la historia de España desde
la Edad Antigua en que surge el primer núcleo identificado con la
cultura tartésica y que, tras su destrucción atribuida a los
cartagineses, dio paso a la ciudad romana de Hispalis. Durante el reino visigodo alojó en algunas ocasiones la corte.
En Al Andalus (la España musulmana) fue primero sede de una cora
y después capital de un reino de taifas, que fue incorporado a la cristiana
Corona de Castilla bajo Fernando III el Santo,
primero en ser enterrado en la catedral.
A partir de entonces Sevilla, repoblada por
la aristocracia castellana y que como capital de reino fue una de las ciudades
con voto en cortes, alojará en
numerosas ocasiones la corte itinerante. La Baja Edad Media situó a la ciudad,
su puerto y su activa colonia de mercaderes genoveses en una posición
periférica pero importante en el comercio internacional europeo; al tiempo que
sufría dramáticas convulsiones económicas demográficas y sociales (Peste Negra de 1348, revuelta antijudía de 1391).
Tras el descubrimiento de América,
Sevilla se convirtió en el centro económico del Imperio español, al monopolizar el comercio transoceánico (Casa de Contratación de Indias);
abriéndose una verdadera Edad de Oro de las artes y las letras.
Coincidiendo con su momento más brillante (el barroco), el siglo XVII significó una decadencia económica y
demográfica, al tiempo que la navegación por el Guadalquivir se dificulta cada
vez más, hasta que el monopolio comercial y sus instituciones se trasladan a
Cádiz.
La revitalización de la ciudad en el siglo
XIX (industrialización, ferrocarril) coincide con la época romántica. El siglo
XX, además de la trágica guerra civil, presenció hitos decisivos (Exposición Iberoamericana de
1929 y Exposición Universal de 1992)
y su elección como capital de la autonomía andaluza.
A continuación pasamos a ver y explicar algunos de los monumentos de Sevilla:
La catedral: La
Catedral de Sevilla, la tercera más grande del mundo, es una enciclopedia de
historia. Sobre su basamento romano, se irguió un templo visigótico. De éste
hoy sólo queda la fuente del Patio de
los Naranjos, que a su vez resulta herencia, junto con la Giralda, de la mezquita árabe que
sobre el mencionado templo visigótico se construyó en época de dominación
árabe. Sin embargo, la parte fundamental, lo que vemos hoy, comenzó a
edificarse tras la Reconquista, en el siglo XI, durando cinco siglos su
construcción. El estilo predominante es gótico tardío o plateresco, con
importantes partes en estilo renacentista. A resaltar entre sus riquezas
artísticas son las vidrieras flamencas, del siglo XI al XIX y los tesoros de la Catedral.
La Giralda: Es el
minarete de la antigua mezquita sobre la que se construyó la Catedral. En su
día fue la torre más alta del mundo. Hoy, después de las tres añadiduras
realizadas tras la reconquista, vemos la definitiva torre de 97,5 metros de
altura, coronada por una desmesurada veleta de bronce, sobre la que se divisa
una bella panorámica de la ciudad.
Los reales alcázares: Conjunto
arquitectónico que data de muy diversas épocas; la fortificación original, de
origen incierto, fue construida probablemente en el año 884 como defensa de la
invasión normanda a Sevilla. El palacio que rodea dos patios de diverso tamaño
es coetáneo a la Alhambra de Granada. En su construcción, participaron
importantes artesanos locales, así como otros toledanos y granadinos, enviados
por el rey nazarí Mohamed V.
Durante la reconquista, año 1248, se construyeron diversos palacios del que sólo quedan las murallas y escasos restos. Durante el reinado de Alfonso X se construyó el palacio Gótico, siendo el palacio mudéjar de Don Pedro I de Castilla ("El Cruel") la edificación más representativa de ésta época cristiana.
Tras el descubrimiento de América se ubicó en el Alcázar la Casa de la Contratación, en cuyo recuerdo se conserva en el recinto la "Virgen de los Mareantes", obra de Alejo Fernández de 1531.
Hoy día, aparte de su belleza arquitectónica y las interesantes exhibiciones de objetos de la época musulmana a que podemos asistir en sus salones, (como la exhibición visual y sonora de antiguos instrumentos musicales musulmanes), es excepcionalmente emotivo en una noche de verano asistir a un concierto en estos bellísimos jardines.
Durante la reconquista, año 1248, se construyeron diversos palacios del que sólo quedan las murallas y escasos restos. Durante el reinado de Alfonso X se construyó el palacio Gótico, siendo el palacio mudéjar de Don Pedro I de Castilla ("El Cruel") la edificación más representativa de ésta época cristiana.
Tras el descubrimiento de América se ubicó en el Alcázar la Casa de la Contratación, en cuyo recuerdo se conserva en el recinto la "Virgen de los Mareantes", obra de Alejo Fernández de 1531.
Hoy día, aparte de su belleza arquitectónica y las interesantes exhibiciones de objetos de la época musulmana a que podemos asistir en sus salones, (como la exhibición visual y sonora de antiguos instrumentos musicales musulmanes), es excepcionalmente emotivo en una noche de verano asistir a un concierto en estos bellísimos jardines.
Torre del oro: Esta torre de planta octogonal fue construida por los
moros en el siglo XIII como protectora y vigía de la ciudad. Estaba situada en
el extremo de las entonces existentes murallas que bordeaban el río. De torre
vigía pasó a almacén de oro (aunque su nombre no proviene de este particular,
sino de los reflejos dorados que daban los azulejos que recubrían originalmente
su fachada). Posteriormente fue templo cristiano, pasando luego a sede del
almirantazgo, y terminando por ser lo que es hoy, Museo Marítimo. Su cúspide de planta
circular fue obrada mucho después, en el siglo XVIII.
Plaza de Toros de la Real Maestranza: Esta plaza del s.XVIII, vino a sustituir a otra cuadrangular que existía en madera. Se compone de 116 balcones asimétricos, siendo de especial valor el palco del Príncipe. La plaza aloja también un museo taurino
Puente de Triana: Fue construido en sustitución de un antiguo puente de barcas almohade del siglo XII. Sus artífices fueron los ingenieros franceses Steinacher y Bernadet obrándolo entre 1845 y 1852. En el no se utilizó madera, sino pilares de piedra e hierro. Tiene una gran rampa de contención en la orilla de "Triana" que llega hasta la calle de San Jorge. En esta misma orilla, frente al Mercado del Altozano, se encuentra una pequeña capilla obra del arquitecto modernista Aníbal González, popularmente conocida con el nombre del "mechero".
Antigua fábrica de tabaco: Construida en el siglo XVIII, obra de Ignacio
Salas y de Van der Borcht, fue en su época el mayor edificio a
extramuros de la ciudad. Su función como fábrica de tabacos ha sido
inmortalizada en la obra Carmen de Prosper Merimée, y posteriormente en
la opera "Carmen". La legendaria figura trabajaba en este edificio.
Tras la "Exposición Iberoamericana de 1929", pasa a ser sede de la
Universidad. Resalta la labor escultórica de Cayetano de Acosta en la
portada principal, y la pequeña capilla de la "Hermandad de los
Estudiantes" que alberga una bella imagen de Cristo en la Cruz de Juan
de Mesa.
Plaza de
España: Impresionante construcción de Aníbal
González, el arquitecto modernista más importante de Sevilla, localizada en
el "Parque de Maria Luisa". Su planta semicircular, de 200 m.
de diámetro, está bordeada por un lago artificial, y la rematan dos
espectaculares torres a sus lados; una al Norte y otra al Sur. Resaltan sus
peculiares glorietas decoradas con azulejos de cerámica representando todas las
provincias españolas. Su construcción como Pabellón de España para La
"Exposición Iberoamericana de 1929", determinó una estructura que
hiciera posible rehabilitarla como Universidad cuando la Exposición terminase,
ya que la existente Universidad empezaba a quedarse pequeña con el creciente
numero de estudiantes. Sin embargo cuando la Exposición terminó, parece ser que
de nuevo su capacidad no era suficiente y la Universidad se trasladó
directamente a la "Antigua Fabrica de Tabacos", no llegando nunca
este edificio a ser Universidad, tal como estuviese proyectado. Algún dato
indicativo de esta intención se puede apreciar en las numerosas baldas de
libros de las glorietas de la plaza y de sus alrededores.
Estos son solo algunos de todos
los magníficos monumentos que podemos encontrar en Sevilla. También debemos de
hablar de la alegría que tiene esta ciudad y de las personas que habitan, las
cuales tienen fama de acojedores, amables y divertidos
En Sevilla también nos
encontramos con una espectacular semana santa y una gran feria de Abril. Un maravillo
corpus y en navidad la ciudad se viste para la ocasión.
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