Esta semana voy a hablar sobre la
liberación de los etarras que se está
haciendo en España actualmente, ya que pienso que es un tema de interés general
y de gran polémica.
Todo esto se debe a la doctrina Parot, la cual es el nombre habitual
con el que se conoce la jurisprudencia establecida a partir de la sentencia del
Tribunal Supremo de España del 28 de febrero de 2006 (resolución a un recurso
presentado por Henry Parot, miembro del organización terrorista ETA) por la
cual la reducción de penas por beneficios penitenciarios (trabajo,
estudios,...) se aplica respecto de cada una de ellas individualmente y no
sobre el máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el ya
derogado Código Penal de1973, es de 30 años.
Esta doctrina se está empezando a
aplicar en España, como por ejemplo con la etarra Inés del Río. Esta liberación
se debe a el auto de libertad dictado por la Audiencia que recuerda el carácter
vinculante de la sentencia de Estrasburgo, de obligado cumplimiento para
España.
La Audiencia tiene pendientes
alrededor de 30 recursos de miembros de ETA afectados por la doctrina Parot, y
pretende estudiarlos y resolver sobre cada uno de ellos individualmente. Estos
recursos habían quedado en suspenso en la Audiencia a la espera de que
Estrasburgo hiciera pública su sentencia.
Sobre este delicado tema, yo
pienso que se debería de pensar más en las familias de todas las víctimas de
ETA, así como de pensar en la memoria de esas personas. Creo que es una situación
injusta ya que alguien que puede hacer cosas así, no se merecería la libertad
por muchos años que lleve en la cárcel.
También me consta que se están realizando
manifestaciones a favor de la liberación de algunos presos de ETA, y pienso que
es algo absurdo, ya que piden la libertad de esas personas cuando ellas mismas
le han quitado la libertad a muchísima gente arrebatándole la vida.
Y ahora me pregunto, ¿quien le
devolverá la vida a Miguel Ángel Blanco, a todos los que murieron en el
atentado de hipercor, a todos esos guardias civiles que velaban por nuestra
seguridad, a todos esos militares inocentes, a todos esos atentados a casas
cuarteles donde murieron tantos niños inocentes? ¿Dónde nos encontramos aquí con
los derechos humanos? Y ahora le pregunto yo a los señores de jurado de
Estrasburgo, ¿esto es lo que ustedes entienden por justicia?
Muchas preguntas, que la fiscalía
debería de plantearse seriamente.
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